Compra un pollo de buen tamaño y pide que te lo limpien.
Una vez que tenemos el pollo en casa debemos lavarlo muy bien y lo salpimentamos al gusto.
Es importante que ajustes el tamaño del pollo al número de personas que van a comerlo, ya que hay pollos de tamaños muy distintos.
Por otro lado, vamos a lavar y pelar las verduras, las papas se cortan en rodajas de medio centímetro más o menos igual que las zanahorias.
Hay que pelar también las cebollas y las cortamos en juliana, el puerro también lo vamos a cortar en tiras finas.
Los dientes de ajo se pelan y se machacan o se cortan en trozos pequeñitos.
Ahora vamos a repartir todas las verduras por el fondo de la fuente donde vamos a cocinar el pollo.
Primero colocaremos las papas, después los trozos de zanahoria, puerro, cebolla y ajo.
Sazonamos todas las verduras y por encima de ellas colocaremos el pollo.
Encendemos el horno a 190º C y esperamos a que se caliente.
Nosotros solemos precalentar el horno mientras preparamos las verduras, así una vez que las tenemos preparadas no tenemos que esperar a calentar el horno.
Es una buena costumbre que siempre ayuda a agilizar en la preparación de muchas recetas hechas en horno.
Regamos con un poco de aceite de oliva el pollo y las verduras, después con una copa de vino blanco y con cuidado echamos medio vaso de agua en la fuente.
Espolvoreamos las hierbas con las que queramos aliñar, nosotros empleamos tomillo y romero en este caso, pero se pueden emplear otras diferentes.
A continuación, metemos la fuente con el pollo en el horno, dejamos 1 hora aproximada de tiempo, dándole la vuelta a mitad del tiempo, para que se haga bien el pollo por ambos lados.
Cuando esté bien horneado lo sacas del horno y sólo queda repartir en los platos el pollo troceado y acompañado con las verduras que hemos preparado.