Patatas Revolconas: La Comida Castellana que Debes Probar

Si eres un amante de la comida castellana, entonces no puedes perderte la oportunidad de probar las patatas revolconas. Este plato tradicional de la provincia de Ávila es una delicia que combina la textura cremosa de las patatas con el sabor fuerte del pimentón y el chicharrón.

En este artículo, te presentamos todo lo que necesitas saber sobre las patatas revolconas, desde su historia y origen hasta cómo prepararlas en tu propia casa. ¡Sigue leyendo y descubre por qué este plato es uno de los favoritos de la cocina castellana!

Historia y origen de las patatas revolconas

Las patatas revolconas tienen su origen en la provincia de Ávila, en la comunidad autónoma de Castilla y León, España. Según la historia, este plato se originó como una comida de pastores que se preparaba en los campos durante la época de la matanza del cerdo.

La receta original de las patatas revolconas incluía solo patatas, pimentón, ajo y aceite de oliva. Sin embargo, con el tiempo, se incorporaron otros ingredientes como el chicharrón y la cebolla para enriquecer el sabor.

Cómo se preparan las patatas revolconas

La preparación de las patatas revolconas es bastante sencilla y requiere pocos ingredientes. A continuación, te presentamos los pasos para preparar este delicioso plato en tu propia cocina:

Ingredientes:

• 1 kg de patatas
• 200 gr de chicharrón
• 1 cebolla grande
• 3 dientes de ajo
• Pimentón dulce
• Aceite de oliva
• Sal al gusto

Preparación:

1. Pelar y cortar las patatas en trozos pequeños.
2. Cocer las patatas en agua con sal hasta que estén tiernas.
3. Mientras tanto, picar la cebolla y los ajos en trozos pequeños.
4. Cortar el chicharrón en trozos pequeños.
5. En una sartén, calentar aceite de oliva y añadir la cebolla y los ajos. Sofreír hasta que estén dorados.
6. Añadir el chicharrón y el pimentón dulce a la sartén y remover.
7. Añadir las patatas cocidas a la sartén y aplastar con un tenedor o una batidora hasta obtener una textura cremosa.
8. Servir caliente.

Cómo servir las patatas revolconas

Las patatas revolconas se suelen servir como plato principal en la comida o la cena. Este plato es perfecto para los días de frío y se puede acompañar con un buen vino tinto y pan recién horneado.

Variaciones de las patatas revolconas

Aunque la receta original de las patatas revolconas es bastante sencilla, existen algunas variaciones de este plato que vale la pena mencionar. Algunas de las variaciones más populares incluyen:

• Patatas revolconas con torreznos: En esta variante, se sustituye el chicharrón por torreznos, que son trozos de tocino fritos. Esta versión es más crujiente y se puede servir como aperitivo o acompañamiento de otros platos.
• Patatas revolconas con setas: En esta variante, se añaden setas a la receta original para enriquecer el sabor. Las setas pueden ser salteadas previamente o cocidas junto con las patatas.
• Patatas revolconas con bacalao: En esta variante, se añade bacalao a la receta original para aportar un sabor más intenso y salado. El bacalao se puede desalar previamente y añadir a la sartén junto con el chicharrón y el pimentón.
• Patatas revolconas con chorizo: En esta variante, se sustituye el chicharrón por chorizo, una salchicha española que aporta un sabor ahumado y picante al plato. Esta versión es ideal para los amantes de los sabores intensos.
• Patatas revolconas con morcilla: En esta variante, se sustituye el chicharrón por morcilla, una salchicha española hecha con sangre de cerdo y especias. Esta versión es más suave y dulce que la variante con chorizo, y se suele servir como plato principal en algunas regiones.

Beneficios de las patatas revolconas

• Además de ser un plato delicioso, las patatas revolconas también tienen algunos beneficios para la salud. Las patatas son ricas en carbohidratos complejos, que proporcionan energía a largo plazo. Además, el pimentón es una especia que contiene capsaicina, un compuesto que puede mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
• Sin embargo, es importante tener en cuenta que las patatas revolconas también son ricas en grasas saturadas debido al chicharrón. Por lo tanto, se recomienda consumir este plato con moderación y equilibrarlo con otras comidas más saludables.

¿Dónde probar las mejores patatas revolconas?

• Si quieres probar las auténticas patatas revolconas, entonces debes visitar la provincia de Ávila. En esta región, podrás encontrar muchos restaurantes y bares que sirven este plato tradicional con su propia variación.
• Algunos de los lugares recomendados para probar las patatas revolconas en Ávila incluyen El Rincón del Chato, Casa Paca y El Rincón de la Plaza. Estos establecimientos han sido elogiados por los críticos gastronómicos por su excelente calidad y sabor auténtico.

Conclusión

• Las patatas revolconas son un plato tradicional de la cocina castellana que no puedes perderte. Este plato cremoso y sabroso es perfecto para los días de frío y se puede servir como plato principal o acompañamiento. Además, existen algunas variaciones interesantes que puedes probar para enriquecer el sabor.
• Si quieres probar las auténticas patatas revolconas, entonces debes visitar la provincia de Ávila. Allí encontrarás muchos restaurantes y bares que sirven este plato tradicional con su propia variación.
• Preguntas frecuentes
• ¿Las patatas revolconas son una comida saludable? Aunque las patatas revolconas contienen algunos nutrientes beneficiosos, también son ricas en grasas saturadas debido al chicharrón. Por lo tanto, se recomienda consumir este plato con moderación y equilibrarlo con otras comidas más saludables.

¿Cuál es la historia de las patatas revolconas?

• Las patatas revolconas tienen su origen en la cocina castellana, específicamente en la provincia de Ávila. Según la historia, este plato era muy popular entre los pastores y trabajadores del campo, ya que era fácil de preparar con ingredientes sencillos y abundantes en la región.
• El nombre "revolconas" proviene de la forma en que se prepara el plato. Tradicionalmente, las patatas se cocinan en una olla de barro con agua y sal hasta que estén tiernas. Luego se pelan y se machacan con un tenedor o un pasapurés, hasta que adquieren una textura cremosa.
• Por último, se añade el chicharrón, que es la piel del cerdo frita, junto con el pimentón y el aceite de oliva. Los ingredientes se revuelven bien hasta que se integren completamente, dando lugar a un plato cremoso y delicioso.

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